Templo Parroquial Católico de Lares. Foto del autor (2013).
Puerto Rico recuerda hoy la gesta de hace 151 años cuando puertorriqueños de distintas clases sociales, se levantaron en contra del gobierno español en la Isla. Fueron cientos quienes, la noche del 23 de septiembre de 1868, salieron de la hacienda de Manuel Rojas, en el barrio Pezuelas de Lares, a tomar las riendas del país.
¿Qué pasaba en Puerto Rico que provocó aquel acontecimiento que hoy recordamos? En primer lugar, el gobierno español había llamado a los puertorriqueños y cubanos a constituir en lo que se denominó como la Junta Informativa de Ultramar en 1865. Aquella Junta resultó en un fracaso. Los puertorriqueños que participaron de la Junta- entre ellos el abogado hormiguereño Segundo Ruiz Belvis- peticionaban reformas administrativas, además de la abolición de la esclavitud inmediata con o sin indemnización. Los cubanos querían reformas también, pero tenían sus reservas en cuanto a la abolición inmediata de la esclavitud.
Obelisco conmemorativo Grito de Lares
Plaza de la Revolución Lares.
Foto del autor (2013)
Ante la negativa del gobierno español en atender los asuntos políticos de sus dos últimas colonias en América, la Junta se disuelve y los comisionados regresaron a Puerto Rico. Tan pronto Segundo Ruiz Belvis pisó tierra en la Isla, el gobernador de Puerto Rico, el general Marchessi, ordenó su arresto en unión a otros más, entre ellos el médico Ramón Emeterio Betances. El gobernador general los acusaba de ser los autores del motín de los artilleros de San Juan, quienes se habían amotinados en protesta por las malas condiciones de trabajo que mantenían en San Juan. A estos, no se les extendió los aumentos de sueldos que se les había otorgados a los militares en la península. Sin embargo, cabe destacar, que tanto Ruiz Belvis como Betances, no tuvieron nada que ver con dichos sucesos.
Betances como Ruiz Belvis, fueron desterrados de la Isla por el gobernador, y enviados a España. De hecho, el gobernador los había tachado de "conspiradores". En el trayecto, con la parada en la isla de Saint Thomas, ambos lograron burlar la vigilancia y salir rumbo a Santo Domingo y de allí a Nueva York. En esta última, se unieron a líderes cubanos, que habían formado la Sociedad Republicana de Cuba y Puerto Rico, a la cual se unieron tanto Betances, Ruiz Belvis, así como otro médico puertorriqueño que había sido desterrado de su país, José Francisco Basora. Estos denuncian las condiciones de los puertorriqueños, especialmente los de las clases jornaleras. Hay que recordar que el régimen español había impuesto el régimen de la libreta de jornaleros durante en el año de 1848, siendo un sistema opresor para el campesino puertorriqueño.
Como parte de la ruta revolucionaria que desembocaría en Lares en septiembre de 1868, había que contar con apoyo. Segundo Ruiz Belvis, es enviado a Chile, con el propósito de procurar ese apoyo. Sin embargo, allí muere- al parecer por causas naturales-.
Posteriormente, Betances viajó a Santo Domingo y allí constituyó la Junta Revolucionaria de Puerto Rico, con la ayuda de amigos entre estos: Celis Aguilera, Carlos Elio Lacroix, Francisco José Basora, Mariano Ruiz Belvis y, bien interesante, el arzobispo de Santo Domingo, Fernando Arturo Meriño. El médico Betances, esperaba recibir la ayuda del gobierno dominicano, entre estas se encontraba el suministro de armas.
Ramón Emeterio Betances, circuló en noviembre de 1867 su proclama titulado: Diez Mandamientos de los hombres libres, donde exigía la abolición de la esclavitud, libertades de culto, de palabra, de imprenta; el derecho a votar los impuestos, entre otros derechos fundamentales del pueblo. Ese documento se le puede considerar como la base principal de las denuncias puertorriqueñas contra el régimen español.
Detalles del Obelisco en Plaza de la
Revolución de Lares. Foto del autor (2013)
A la formación de la junta revolucionaria en Santo Domingo y la proclama, le siguió la constitución de los comités revolucionarios locales en la Isla. Los comités constituidos y que- algunos de estos- participaron de la revolución en Lares el 23 de septiembre de 1868, fueron: Capá Prieto, por Mayagüez; Centro Bravo, en Lares; Lanzador del Norte, en Camuy; Lanzador del Sur, en Ponce, y, El Porvenir, en San Sebastián.
Esa noche, la del 23 de septiembre de 1868, cerca de mil personas marcharon hasta la Alcaldía de Lares tomando la misma y encarcelando al alcalde y al secretario municipal; de allí, a la plaza pública donde quemaron cientos de libretas de jornaleros y libros de contabilidad; posteriormente, proclamaron la República de Puerto Rico en la santa iglesia Católica de Lares, donde el párroco de la misma presidió un "Te Deum", en acción de gracias. Francisco Ramírez, se convertía en el primer presidente de la República de Puerto Rico.
Los que participaron de la gesta de Lares esa noche y la madrugada del 24 de septiembre de 1868 trasladados a San Sebastián, fueron campesinos, jornaleros, algunos profesionales, hacendados, libertos, entre otros. Estos grupos agobiados por los altos impuestos que cobraba tanto el estado como el municipio, se levantaron contra el régimen español. Su consigna era la de "libertad", según consta en las causas seguidas contra estos en Aguadilla.
El Grito de Lares no terminó esa noche y madrugada; días y semanas tardaron las autoridades en apresar a varios de los participantes de Lares. Muchos de estos se internaron en la cordillera al oeste de Puerto Rico. Tal fue el caso de Carlos Elio Lacroix, entre otros. Al gobierno español no le quedó otro remedio que suspender las causas contra los revolucionarios de Lares al entrar el año de 1870.
El Grito de Lares se convirtió en la conciencia del pueblo puertorriqueño. Allí denunciaban la opresión del sistema que por casi 400 años mantenía al pueblo de Puerto Rico sin libertades alguna. Celebremos esta gesta histórica.
Para más información les invito a buscar en las bibliotecas los siguientes textos:
Andrés Sánchez Tarniella, "El significado del Grito de Lares." En: Andrés Sánchez Tarniella, Obra completa, Tomo III. (San Juan, Puerto Rico: Ediciones Bayoán, 1997).
Ernesto Juan Fonfrias, El Grito de Lares: Símbolo de Puertorriqueñidad. (San Germán, Puerto Rico: Círculo de Recreo de San Germán, 1972).
Eugenio Fernández Méndez, El significado histórico del Grito de Lares. 3ra edición. (San Juan, Puerto Rico: First Publishing of Puerto Rico, 1998).
Francisco Moscoso, La Revolución Puertorriqueña de 1868: El Grito de Lares. (San Juan, Puerto Rico: Instituto de Cultura Puertorriqueña, 2003).
Lidio Cruz Monclova, El Grito de Lares. (San Juan, Puerto Rico: División de Educación a la Comunidad e Instituto de Cultura Puertorriqueña, 1968). (Libros para el pueblo).
José Pérez Moris, Historia de la insurrección de Lares. (Río Piedras, Puerto Rico: Editorial Edil, 1975). (Este libro apareció por primera vez en el año 1872).
Olga Jiménez de Wagenheim, El Grito de Lares: sus causas y sus hombres. (Río Piedras, Puerto Rico: Ediciones Huracán, 1986).
Revista Homines. Universidad Interamericana de Puerto Rico. "El Grito de Lares", edición especial, número extraordinario, Vols. 18 (julio 1994- 95); y 19 (núm. 1), (Julio 1995- enero 1996)
Templo Parroquial Católico de Lares. Foto del autor (2013). |
Puerto Rico recuerda hoy la gesta de hace 151 años cuando puertorriqueños de distintas clases sociales, se levantaron en contra del gobierno español en la Isla. Fueron cientos quienes, la noche del 23 de septiembre de 1868, salieron de la hacienda de Manuel Rojas, en el barrio Pezuelas de Lares, a tomar las riendas del país.
¿Qué pasaba en Puerto Rico que provocó aquel acontecimiento que hoy recordamos? En primer lugar, el gobierno español había llamado a los puertorriqueños y cubanos a constituir en lo que se denominó como la Junta Informativa de Ultramar en 1865. Aquella Junta resultó en un fracaso. Los puertorriqueños que participaron de la Junta- entre ellos el abogado hormiguereño Segundo Ruiz Belvis- peticionaban reformas administrativas, además de la abolición de la esclavitud inmediata con o sin indemnización. Los cubanos querían reformas también, pero tenían sus reservas en cuanto a la abolición inmediata de la esclavitud.
Obelisco conmemorativo Grito de Lares Plaza de la Revolución Lares. Foto del autor (2013) |
Ante la negativa del gobierno español en atender los asuntos políticos de sus dos últimas colonias en América, la Junta se disuelve y los comisionados regresaron a Puerto Rico. Tan pronto Segundo Ruiz Belvis pisó tierra en la Isla, el gobernador de Puerto Rico, el general Marchessi, ordenó su arresto en unión a otros más, entre ellos el médico Ramón Emeterio Betances. El gobernador general los acusaba de ser los autores del motín de los artilleros de San Juan, quienes se habían amotinados en protesta por las malas condiciones de trabajo que mantenían en San Juan. A estos, no se les extendió los aumentos de sueldos que se les había otorgados a los militares en la península. Sin embargo, cabe destacar, que tanto Ruiz Belvis como Betances, no tuvieron nada que ver con dichos sucesos.
Betances como Ruiz Belvis, fueron desterrados de la Isla por el gobernador, y enviados a España. De hecho, el gobernador los había tachado de "conspiradores". En el trayecto, con la parada en la isla de Saint Thomas, ambos lograron burlar la vigilancia y salir rumbo a Santo Domingo y de allí a Nueva York. En esta última, se unieron a líderes cubanos, que habían formado la Sociedad Republicana de Cuba y Puerto Rico, a la cual se unieron tanto Betances, Ruiz Belvis, así como otro médico puertorriqueño que había sido desterrado de su país, José Francisco Basora. Estos denuncian las condiciones de los puertorriqueños, especialmente los de las clases jornaleras. Hay que recordar que el régimen español había impuesto el régimen de la libreta de jornaleros durante en el año de 1848, siendo un sistema opresor para el campesino puertorriqueño.
Como parte de la ruta revolucionaria que desembocaría en Lares en septiembre de 1868, había que contar con apoyo. Segundo Ruiz Belvis, es enviado a Chile, con el propósito de procurar ese apoyo. Sin embargo, allí muere- al parecer por causas naturales-.
Posteriormente, Betances viajó a Santo Domingo y allí constituyó la Junta Revolucionaria de Puerto Rico, con la ayuda de amigos entre estos: Celis Aguilera, Carlos Elio Lacroix, Francisco José Basora, Mariano Ruiz Belvis y, bien interesante, el arzobispo de Santo Domingo, Fernando Arturo Meriño. El médico Betances, esperaba recibir la ayuda del gobierno dominicano, entre estas se encontraba el suministro de armas.
Ramón Emeterio Betances, circuló en noviembre de 1867 su proclama titulado: Diez Mandamientos de los hombres libres, donde exigía la abolición de la esclavitud, libertades de culto, de palabra, de imprenta; el derecho a votar los impuestos, entre otros derechos fundamentales del pueblo. Ese documento se le puede considerar como la base principal de las denuncias puertorriqueñas contra el régimen español.
Detalles del Obelisco en Plaza de la Revolución de Lares. Foto del autor (2013) |
A la formación de la junta revolucionaria en Santo Domingo y la proclama, le siguió la constitución de los comités revolucionarios locales en la Isla. Los comités constituidos y que- algunos de estos- participaron de la revolución en Lares el 23 de septiembre de 1868, fueron: Capá Prieto, por Mayagüez; Centro Bravo, en Lares; Lanzador del Norte, en Camuy; Lanzador del Sur, en Ponce, y, El Porvenir, en San Sebastián.
Esa noche, la del 23 de septiembre de 1868, cerca de mil personas marcharon hasta la Alcaldía de Lares tomando la misma y encarcelando al alcalde y al secretario municipal; de allí, a la plaza pública donde quemaron cientos de libretas de jornaleros y libros de contabilidad; posteriormente, proclamaron la República de Puerto Rico en la santa iglesia Católica de Lares, donde el párroco de la misma presidió un "Te Deum", en acción de gracias. Francisco Ramírez, se convertía en el primer presidente de la República de Puerto Rico.
Los que participaron de la gesta de Lares esa noche y la madrugada del 24 de septiembre de 1868 trasladados a San Sebastián, fueron campesinos, jornaleros, algunos profesionales, hacendados, libertos, entre otros. Estos grupos agobiados por los altos impuestos que cobraba tanto el estado como el municipio, se levantaron contra el régimen español. Su consigna era la de "libertad", según consta en las causas seguidas contra estos en Aguadilla.
El Grito de Lares no terminó esa noche y madrugada; días y semanas tardaron las autoridades en apresar a varios de los participantes de Lares. Muchos de estos se internaron en la cordillera al oeste de Puerto Rico. Tal fue el caso de Carlos Elio Lacroix, entre otros. Al gobierno español no le quedó otro remedio que suspender las causas contra los revolucionarios de Lares al entrar el año de 1870.
El Grito de Lares se convirtió en la conciencia del pueblo puertorriqueño. Allí denunciaban la opresión del sistema que por casi 400 años mantenía al pueblo de Puerto Rico sin libertades alguna. Celebremos esta gesta histórica.
Para más información les invito a buscar en las bibliotecas los siguientes textos:
Andrés Sánchez Tarniella, "El significado del Grito de Lares." En: Andrés Sánchez Tarniella, Obra completa, Tomo III. (San Juan, Puerto Rico: Ediciones Bayoán, 1997).
Ernesto Juan Fonfrias, El Grito de Lares: Símbolo de Puertorriqueñidad. (San Germán, Puerto Rico: Círculo de Recreo de San Germán, 1972).
Eugenio Fernández Méndez, El significado histórico del Grito de Lares. 3ra edición. (San Juan, Puerto Rico: First Publishing of Puerto Rico, 1998).
Francisco Moscoso, La Revolución Puertorriqueña de 1868: El Grito de Lares. (San Juan, Puerto Rico: Instituto de Cultura Puertorriqueña, 2003).
Lidio Cruz Monclova, El Grito de Lares. (San Juan, Puerto Rico: División de Educación a la Comunidad e Instituto de Cultura Puertorriqueña, 1968). (Libros para el pueblo).
José Pérez Moris, Historia de la insurrección de Lares. (Río Piedras, Puerto Rico: Editorial Edil, 1975). (Este libro apareció por primera vez en el año 1872).
Olga Jiménez de Wagenheim, El Grito de Lares: sus causas y sus hombres. (Río Piedras, Puerto Rico: Ediciones Huracán, 1986).
Revista Homines. Universidad Interamericana de Puerto Rico. "El Grito de Lares", edición especial, número extraordinario, Vols. 18 (julio 1994- 95); y 19 (núm. 1), (Julio 1995- enero 1996)