Bombardeo a San Juan de Puerto Rico 12 de mayo 1898 |
El ataque dirigido por el almirante Sampson, provocó el temor de los sanjuaneros que llevaban una vida apacible y lejos de los conflictos entre esas dos naciones. De hecho, los cañones tanto del Castillo San Felipe del Morro como del Fuerte San Cristóbal, volvieron a sonar ante ese ataque sorpresa ciento un año después de que se produjera el último de los ataques europeos contra la isla de Puerto Rico en 1797. En aquella ocasión, un formidable escuadra inglesa dirigida por Ralph Abercrombie, realizó intentos de apoderarse de la Isla, resultando el mismo en un rotundo fracaso. Aquel bombardeo de la marina estadounidense fue con el propósito de demostrar todo su poderío a los puertorriqueños. El resultado de aquel ataque en la madrugada del 12 de mayo de 1898, fue de dos soldados muertos y 34 heridos parte de la guarnición de San Juan y de cuatro muertos y 16 heridos por la parte de los civiles, para un total entre militares y civiles de 56, según nos narra el capitán de milicias, Angel Rivero, en su libro Crónicas de la Guerra Hispanoamericana en Puerto Rico.
Monumento conmemorativo de la Guerra Hispanoamericana, 1898 en Hartford, Connecticut |
Hoy, se recuerda aquel nefasto ataque, donde una nación hambrienta de imperialismo, atropelló a un pueblo indefenso, culto y de valores cristianos. Hoy, al igual que aquel 12 de mayo, Puerto Rico se encuentra bajo el ataque inmisericorde de un organismo no electo por los puertorriqueños, sino que impuesto por el Congreso de los Estados Unidos (la Junta de Control Fiscal) que la ha emprendido contra el país, contando con la anuencia de las autoridades locales, entiéndase el Gobernador de Puerto Rico, todo por caprichos ideológicos. No podemos olvidar aquel día de nuestra historia. Ni mucho menos podemos olvidar el daño que le está haciendo al país tanto el Congreso de los Estados Unidos, el inquilino de la Casa Blanca y el aprendiz de Gobernador que tenemos en Puerto Rico.