sábado, 7 de julio de 2018

La clase graduada de 2018 de la Universidad de Puerto Rico en Cayey

Durante la tarde de ayer Viernes, 6 de julio de 2018, la Universidad de Puerto Rico en Cayey, celebró la Cuadragésimo Séptima Colación de Grados.  Fue una gran ceremonia, donde los estudiantes graduados, completaron los grados de bachiller en Artes con concentraciones en: Ciencias Sociales (en Psicología, Psicología y Salud Mental de la Comunidad y Sociología); Pedagogía (en Educación Física, Ciencias Naturales, Español, Inglés, Matemátcas e Historia); Ciencias Naturales, concentraciones (en: Biología, Matemática y Química); Tecnología y Administración de Oficina con concentración (en Administración de Oficina y en Sistema de Oficina); Administración de Empresas, concentración (en Gerencia y Contabilidad);  Humanidades, concentración (en Historia y Humanidades); Estudios Hispánicos e Inglés.  En fin, fueron 579 el número total de graduados quienes ayer supieron el gran valor y el sacrificio que conllevó sus estudios, y que valió la pena.

De ese total de 579 estudiantes que emprenderán a partir de hoy su nueva vida con sus grados académicos, se debe resaltar unos datos que son ilustrativos de esta clase graduada de 2018.  El GPA promedio por áreas de estudios corresponde el 37% a Ciencias Naturales; el 18% al área de Administración de Empresas; el 11% a Pedagogía; el 29% a Ciencias Sociales; y el 4% a otras áreas académicas como los son Estudios Hispánicos, Humanidades e Inglés.  El GPA por estudios de los graduados de 2018, de la Universidad de Puerto Rico en Cayey, el más alto es de Ciencias Sociales con 3.42 y el menor de 3.13.  Lo que significa que estos estudiantes son de una calidad de excelencia.

De los 579 estudiantes, el 65% corresponde a féminas y el 35% son masculinos.  El 39% se gradúan con honores; mientras que el 88% continuará estudios graduados, y de estos, admitidos desde ya en una escuela graduada ronda el 25%.  Otro dato interesante es que el 29% está actualmente empleado.  En la fase de la investigación subgraduada, el 34% participó de algún tipo de investigación; mientras que el 31% ofreció servicio comunitario.  El 14% participó de un internado, mientras que el 22% participaron de intercambio académico fuera de Puerto Rico.  Lo más revelador, es que el 86% escogería nuevamente a la Universidad de Puerto Rico en Cayey para continuar con su formación profesional o algún tipo de educación continuada, lo que demuestra la solidez y el prestigio de la facultad, al cual también pertenezco.

Estos datos provistos por la Oficina de Planificación y Avalúo e Investigación Institucional demuestra, sin lugar a dudas, la gran fortaleza académica y de labor intelectual que allí se lleva a cabo en la Universidad de Puerto Rico en Cayey, donde más del 67% del estudiantado provienen de la región de servicios, de acuerdo a las estadísticas del año académico 2016- 2017.  Estos incluyen a municipios como: Cayey, Patillas, Aibonito, Cidra, Guayama, Arroyo, Salinas, Barranquitas, Coamo, Santa Isabel, Caguas, San Lorenzo, Gurabo, y otros pueblos de la montaña. 

Otro dato significativo es que 11 estudiantes se graduaron del Departamento de Humanidades; de esos, cuatro corresponden a Historia y siete a Humanidades General.  Esto es importante, ya que hay un interés de nuestros estudiantes en formarse académicamente en las humanidades e historia.  Entre los estudiantes de nuevo ingreso para el año académico 2016- 2017, fueron admitidos a Humanidades 39; mientras que para el 2017- 2018, el nuevo grupo correspondió a 57, un aumento de 18, mientras que de ese mismo cohorte, otros departamentos para el 2017- 2018, bajaron sus nuevos ingresos.  Ciertamente, estos datos debe ser un claro mensaje para la autoridades universitarias que formulan la política pública de la Universidad en cuanto a la importancia que se debe dar a los estudios humanísticos y a la formación de las artes en el ser humano.

Hace exactamente 25 años- 1993-, me gradué de bachillerato en Humanidades con concentración en Historia, precisamente de lo que antes se llamaba el Colegio Universitario de Cayey hoy Universidad de Puerto Rico en Cayey.  De aquella clase graduada de 1993, hoy le sirven al país como abogados, médicos, profesores universitarios con sus grados de doctor; maestros de escuela, contables, entre otros oficios, que impacta directamente a la comunidad.

Independientemente de los discursos que se ofrecieron ayer en la graduación, nuestro deber es poner en práctica lo que allí se dijo, y máxime en estos tiempos.  Mientras escuchaba al Presidente Interino que mencionaba en su discurso lo que había sido esos terrenos hace más de sesenta años, pensaba en las luchas que los cayeyanos dieron en la década del sesenta por convertir lo que era el antiguo campamento militar Henry Barracks en un colegio universitario administrado por el estado.  Cayeyanos ilustres como Miguel Meléndez Muñoz, Víctor M. Pons Gil, y las entidades cívicas y culturales cayeyanas, en unión a las autoridades municipales y estatales encabezadas por Rafael Coca Navas y el senador Leonel Fernández Méndez, lograron hace cincuenta años que aquel sueño se hiciera realidad.  Hoy, al igual que hace cincuenta años, el Proyecto cayeyano del Colegio está más vigente que nunca.  Está al servicio de la comunidad cayeyana, la montaña y la costa sureste de Puerto Rico.  Para ello, hay que defenderla y preservarla para las futuras generaciones.

Anoche, al culminar los actos de graduación, un ciudadano de la tercera edad- a quien no conozco- me detuvo y me dijo las siguientes palabras que resumen de manera diáfana lo que siginifica la Universidad de Puerto Rico en Cayey en sus vidas y en la de su comunidad.  Me dijo: "profesor, a usted hay que felicitarlo y le doy las gracias por formar a mi nieta…"; yo le respondí, "...no, la felicitación es para usted, sin su apoyo y generosidad no hubiese sido posible el cumplir el sueño de ella y sus compañeros estudiantes…".  Aquel intercambio con ese ciudadano, que pienso no tiene grado universitario, y posiblemente su nieta sea la primera en obtener un grado universitario en ese núcleo familiar, reafirma cada día más que el mayor Proyecto social legado por nuestros antepasados, ha sido la Universidad de Puerto Rico.  Y máxime, en nuestra región la Universidad de Puerto Rico en Cayey, ha tocado las vidas de muchos, y ha definido el futuro de muchos también, ya que han salido de la pobreza tanto económica, social e intelectual.  

Mi felicitación a esta clase graduada de 2018; como leí que alguien escribió anoche en las redes sociales: "el hoy, mañana y siempre Colegio Universitario de Cayey".  Como hace 25 años, cuando me gradué de bachillerato en UPR Cayey, el Colegio tiene futuro; debemos defenderla y sentirnos orgullosos de contar con una institución de primera en la montaña cayeyana. 

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