martes, 19 de mayo de 2015

El Festival de la Caña de Hatillo 2015

Los hatillanos son muy orgullosos de su historia. Durante el pasado fin de semana, 16 y 17 de mayo de 2015, celebraron el 15 Festival de la Caña, una actividad que sirvió para rememorar un pasado de nuestros pueblos. Este año, el comité organizador del festival, dedicó el mismo al municipio de Guayama, por ser uno de los municipios donde la industria sacarina tuvo gran auge.

El pasado domingo estuve presente en este encuentro puertorriqueño- hatillano- guayamés, y pude observar como la gente aún recuerda a esta industria. Durante el desfile de estampas de la época, pude apreciar la ingeniosidad de los participantes en cuanto a la forma de redescubrir esta industria y la importancia que el mismo tuvo para sus vidas. Pude conversar con gente que se me acercó a relatarme algún acontecimiento de la industria. Gente que trabajaron en algunas centrales azucareras, como por ejemplo, la Coloso en Aguada; la Roig en Yabucoa, y la Aguirre en Salinas. Historias personales de cuando la industria representaba su único sustento para si y sus familias.

Hatillo, municipio al norte de Puerto Rico, es uno de sus pueblos donde se respira un ambiente diferente. Su extensión territorial es enorme: desde la costa atlántica hasta los adentro colindantes con Lares; aunque no es el municipio de mayor extensión territorial en la Isla, de por sí, es una aventura explorarlo. Sus barrios son lugares preciosos. He tenido la oportunidad de recorrerlos y quedo impresionado por su belleza, de sus vegas extensas.

Por eso, Hatillo se le conoce como "Hatillo del Corazón". Su gente es inigualable. Por eso, el pasado sábado y domingo, los hatillanos se desbordaron en alegría y dieron muestra de lo que son capaces: para ello les aplica la frase: "recordar es vivir". 

Hatillo comunmente le conocemos como la "Capital de la industria lechera", por sus terrenos fértiles para la crianza de ganado para la producción lechera puertorriqueña. Desde tiempos pasado, dicha industria fue fundamental en la sobrevivencia del municipio. De ahí, es que se conoce su nombre de Hatillo, por la gran cantidad de hatos que se destinaban para la producción ganadera en la región.

Sin embargo, por ser el municipio uno de tierras fértiles, el 29 de junio de 1916 se estableció la Central Bayaney de Hatillo, en barrio del mismo nombre. La central tuvo como incorporadores a inversionistas locales, como fueron: Ramón García Lago, Fernando Ledesma, Restituto Blanco, Jesús González, Enrique Marín, Valentín López y José D. Rivera. La Central Bayaney, era una operación pequeña, de una molienda de apenas 3,000 toneladas de caña. No obstante, por las fotos y algunas composiciones de la central que vi en el desfile, la Central no tenía nada que envidiarle a las grandes corporaciones ausentistas en Puerto Rico, ya que contaba con tecnologías que competía con aquellas grandes corporaciones, como lo era, su molino y su chimenea. Uno de los problemas que confrontó la Bayaney lo fue el abastecimiento de agua para su operación diaria. Tal vez, esta fue el detonante para que la central cesara sus operaciones en el año 1922, moliendo ese año alrededor de 2,652 toneladas de caña en la central. Luego de ese años, las cosechas de caña de azúcar producidas en Hatillo se enviaba a la Central Los Caños de Arecibo para su procesamiento final.


A pesar de su corta duración, no deja de impactar la misma hoy día, ya que fue un esfuerzo de gran magnitud que realizaron estos visionarios en dotar a Hatillo de una empresa fabril de azúcares, que complementaría la producción hatera en el municipio.

Es por ello, que el pasado fin de semana, Hatillo vistió sus mejores galas para representarnos al país su adhesión y recuerdos de esta industria en su territorio municipal. A su vez, sirve esta actividad de educación a esas generaciones que se levantan hoy día y que conocen de la industria por los cuentos de sus abuelos y por lo que leen- de cuando en cuando- en los libros. Esta actividad se une al esfuerzo de compañeros historiadores de la industria, como el amigo Rafael Franco Vélez, quien anualmente organiza la Convención de la Caña y que el pasado año 2014 se efectuó la misma en Guayama y este 2015 en Guayanilla.

La actividad que comenzó el sábado en horas de la madrugada, con el corte de caña en una finca cercana al centro urbano, recuerda aquella época donde los trabajadores al son del gallo, se levantaban a laborar en las fincas.

Felicitaciones a los organizadores, al pueblo de Hatillo y a las autoridades municipales por estos magníficos recuerdos de una industria que fue importante en Puerto Rico.

Créditos foto de la Central Bayaney página de internet: Centrales azucareras de Puerto Rico (1873- 2007).

No hay comentarios.:

Publicar un comentario